20 noviembre 2010

Pensar que todo ser humano quiere tocar el cielo con las manos y yo lo estoy abrazando.
Un parche para mis heridas, la cima en la montaña de la vida: lo encuentro todo en su sonrisa.
Y he sentido en la vida mil emociones distintas; pero, juro, ninguna llegó tan lejos en mi alma.
Y es el ángel que le escapó a Dios de las manos y a la tierra ha venido a parar. 
Es peligroso mi mundo, pero te voy a cuidar.

No hay comentarios: